domingo, 27 de abril de 2014

Sabor a Boda



Pues les presumo que después de dos años de compartir vida y ruta con mi esposa viviendo juntos y conociéndonos de cerquita –algo que les recomiendo hacer antes de casarse por que es diferente al noviazgo- decidimos formalizarlo frente a la ley.

Y como nos gusta compartir las cosas bonitas que nos suceden con nuestros familiares y amigos, quisimos organizar un banquete el día siguiente a la boda civil; decidimos que sería algo tranquilo, elegante y con poca gente, ¿Por qué?, bueno así podríamos darnos ciertos lujos a diferencia si se hace en multitud, además queríamos que fuera intimo con la gente que nos apoyó en esos dos año.


Así que mi objetivo fue tratar de consentir a todos nuestros invitados, empezando por obvias razones por la panza… para apaciguar la tripa ya que el evento fue a media tarde en un jardín muy tranquilo, destapé 6 botellas de vino variado –cortesía de mi padrino Martín Sandoval- de Casa Madero y L.A. Cetto, entre vinos tintos –V3- rosados –L.A Cetto- y blanco -V2- para acompañar unas tablas surtidas con jamón serrano, salami, queso de cabra, queso provolone y frambuesas, todo eso hacía un exquisito maridaje mientras esperábamos la llegada de todos los invitados.

Una vez llegados los invitados y amenizado el ambiente con la exquisita voz del dueto DO’LA, el menú fue de tres tiempos –de Banquetes Siglo XXI -, empezando con una ensalada california seguido por un fettuccini alfredo con camarones y el plato fuerte era salmón en salsa de frutas o medallón en salsa graby de champiñones, todo esto acompañado con agua de arándano con menta.

El pastel, fue elección 100% de mi esposa, quien se encargó de buscar por pinterest el diseño y llevarlo a Diseño en Pasteles Cake ; el pastel fue de fondant sabor almendra y relleno de crema de vainilla con almendra para no poner a pelear sabores; no es que haya sido mi boda pero es uno de los pasteles más ricos que he probado en mi vida, la masa esponjosita y suavecita, con un fondant muy bien hecho, al grado que mucha gente pensó incluso que era pasta de almendra.

Al final, todo se terminó, y eso nos puso muy contentos, saber que el momento se pasó agradable y con las barrigas y paladares complacidos, te deja una sensación de haber fluido con el universo.

Gracias a todos lo padrinos (Martín, Dora, Azucena, Velia, Víctor, Martha, mi Papá, Mi Mamá y mis Suegros), amigos y familiares que nos acompañaron y nos apoyaron en manifestar este suculento momento.

Foodie Mario

sábado, 5 de abril de 2014

Torta Gourmet con Salsa de Arándanos al Vino Tinto.




Esta fue una idea que se me ocurrió luego de preparar una agua de arándano con menta – luego les paso esa receta cortesía de mi amiga Doris –, por que al final me quedé con el zumo del arándano y otra bolsita nueva para su elaboración.

Así que, con una botella de vino tinto en el refrigerador que no terminé el fin de semana anterior, arándanos deshidratados y una rápida escapada al súper por los ingredientes que te cuento ahora:

Torta Gourmet:
Pan artesanal, si no encuentras una opción es el Pan Agrio de Soriana.
100gr de salami –al gusto –
Jamón Serrano o de Pechuga de Pavo –al gusto –
½ Aguacate.
Queso Fresco.
Mayonesa.
Tomate bola.
Pimienta.

Salsa de Arándanos:
150gr de arándano deshidratado.
12 clavos.
Cáscara de un limón, trata de cortar la cáscara sin la paste blanca de dentro para evitar lo amargo.
1 1/2 copa de vino tinto.
2 cda. Cafetera de azúcar.

La torta es muy fácil, le untas la mayonesa a cada parte del pan, sobre la base colocamos el jamón –serrano o de pavo –, después el queso fresco, una rebanada fina de tomate y el salami, le espolvoreamos pimienta – solo un poco – y previo a taparlo le untas a la tapa el aguacate y listo.

La salsa es más elaborada; para empezar vamos a licuar los 150gr de arándano con ½ copa de vino, y la mezcla que resulta la ponemos a calentar a fuego lento con los clavos y la cáscara de limón – a partir de ahora todo el tiempo debes estar moviendo la mezcla –.

Cuando empiece a querer hervir, la retiramos del fuego y la colamos para retirar el clavo y la cáscara de limón, después la regresamos al salten y la mezclamos con la copa de vino que nos queda  – Si vez que en alguno de los pasos la mezcla se torna muy espesa, tienes libertad de ponerle más vino –.  Seguimos calentando con flama muy baja y agregamos las 2 cdas. de azúcar.  Revolvemos muy bien y apagamos la estufa para dejar reposar – seguramente la cocina ya te estará oliendo al aroma de arándanos con vino –, si esperas invitado es el momento perfecto de que lleguen, crearás en ellos el efecto Pavlov.

Por último acomodas las tortas en pedazos pequeños y puedes servir sobre ellas la salsa de arándanos o ponerla a un costado para adornar – mejor ambas –, bon appetit.

Foodie Mario