Pues les presumo que después de dos años de
compartir vida y ruta con mi esposa viviendo juntos y conociéndonos de cerquita
–algo que les recomiendo hacer antes de casarse por que es diferente al
noviazgo- decidimos formalizarlo frente a la ley.
Y como nos gusta compartir las cosas bonitas
que nos suceden con nuestros familiares y amigos, quisimos organizar un
banquete el día siguiente a la boda civil; decidimos que sería algo tranquilo,
elegante y con poca gente, ¿Por qué?, bueno así podríamos darnos ciertos lujos
a diferencia si se hace en multitud, además queríamos que fuera intimo con la gente que nos apoyó en esos dos año.
Así que mi objetivo fue tratar de consentir a todos nuestros invitados, empezando por obvias razones por la panza… para apaciguar la tripa ya que el evento fue a media tarde en un jardín muy tranquilo, destapé 6 botellas de vino variado –cortesía de mi padrino Martín Sandoval- de Casa Madero y L.A. Cetto, entre vinos tintos –V3- rosados –L.A Cetto- y blanco -V2- para acompañar unas tablas surtidas con jamón serrano, salami, queso de cabra, queso provolone y frambuesas, todo eso hacía un exquisito maridaje mientras esperábamos la llegada de todos los invitados.
Una vez llegados los invitados y amenizado
el ambiente con la exquisita voz del dueto DO’LA, el menú fue de tres tiempos
–de Banquetes Siglo XXI -, empezando con una ensalada california seguido por un
fettuccini alfredo con camarones y el plato fuerte era salmón en salsa de
frutas o medallón en salsa graby de champiñones, todo esto acompañado con agua
de arándano con menta.
El pastel, fue elección 100% de mi esposa, quien
se encargó de buscar por pinterest el diseño y llevarlo a Diseño en Pasteles Cake
; el pastel fue de fondant sabor almendra y relleno de crema de vainilla con
almendra para no poner a pelear sabores; no es que haya sido mi boda pero es
uno de los pasteles más ricos que he probado en mi vida, la masa esponjosita y
suavecita, con un fondant muy bien hecho, al grado que mucha gente pensó
incluso que era pasta de almendra.
Al final, todo se terminó, y eso nos puso muy
contentos, saber que el momento se pasó agradable y con las barrigas y
paladares complacidos, te deja una sensación de haber fluido con el universo.
Gracias a todos lo padrinos (Martín, Dora,
Azucena, Velia, Víctor, Martha, mi Papá, Mi Mamá y mis Suegros), amigos y
familiares que nos acompañaron y nos apoyaron en manifestar este suculento
momento.
Foodie Mario